El pasado 16 de noviembre se celebró el último evento en España del proyecto Share SIRA, cofinanciado por el Fondo de Asilo, Migración e Integración de la Unión Europea (FAMI). La mesa redonda nacional, titulada “Migración y ruralidad: Territorios inclusivos, más fuertes, mejor conectados, resilientes y prósperos”, estuvo coorganizada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Fundación Cepaim en el Caixa Fórum de Madrid.
En su discurso de bienvenida, María Jesús Herrera, Jefa de Misión de OIM España, destacó el papel tan esencial que el medio rural desempeña y seguirá desempeñando en la integración de personas migrantes, y recalcó la necesidad de que las personas migrantes participen en los procesos de toma de decisiones.Irene Almazán, técnica de proyectos en Fundación Cepaim y María Jouve de OIM España, presentaron brevemente los resultados del proyecto Share SIRA tras dos años de implementación antes de ceder el espacio para los dos diálogos multinivel.
El primer diálogo quiso responder a la siguiente pregunta: “¿Qué impulsos son necesarios para conseguir que los territorios rurales sean más inclusivos?”
María José Murciano, gerente de la Red Española de Desarrollo Rural indicó que se deben crear alianzas también con instituciones privadas, no solo con administraciones públicas, las cuales no se suelen comentar por el desconocimiento del medio rural.
Eloy Gregorio Cuellar, subdirector general de Iniciativas de la Dirección General de Políticas contra la Despoblación, habló del Foro para la Cohesión Territorial y comentó que España cuenta desde un año y medio con un plan específico para hacer frente a la vulnerabilidad territorial.
De acuerdo con Xavi Camps, responsable de Acción Social de la Associació de Micropobles de Catalunya, los pueblos son los territorios inclusivos por excelencia en lo que se pueden generar oportunidades, pero para acoger a personas deben garantizarse primero aspectos básicos como la vivienda, el transporte y el acceso a internet.
Por su parte, Leonor Cólliga, coordinadora del Área de Desarrollo Rural y Reto Demográfico de Fundación Cepaim, señaló que no todos los territorios rurales son iguales y que es importante conocer sus necesidades y retos para poder trabajar en consecuencia. Asimismo, instó a trabajar el tema de la “soledad no deseada” y a prestar atención a la fijación de la población que ya vive en las zonas rurales porque va más allá del éxodo de los jóvenes y engloba también la marcha de personas arraigadas debido a la falta de servicios.
José Maria García, concejal de Repoblación e Integración del Ayuntamiento de Belorado (Burgos), explicó la experiencia en el municipio de Belorado, que recibió el Premio a la Innovación Política en Europa en 2022 en la categoría de “Calidad de vida”, y el trabajo de la red de vecinos y vecinas de la localidad para fijar población.
Los ponentes del segundo diálogo multinivel respondieron a la pregunta sobre “¿Cómo se puede mejorar el acompañamiento a las personas migrantes en las zonas rurales?”.
Javier Paniagua, educador social y gerente del Grupo de Acción Local ‘Campos y Torozos- Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos’, indicó que la creación de vínculos promueve la desaparición del medio y la desconfianza, las cuales son algunas de las principales barreras durante el acompañamiento a personas migrantes. Destacó cuatro conceptos clave para un mejor acompañamiento: cercanía, empatía, dedicación e implicación.
Vicente Gonzalvo, antiguo alcalde del municipio de Camañas (Teruel), recalcó la importancia de la igualdad de oportunidades, acceso y utilización de recursos en todos los ámbitos entre las personas recién llegadas y las personas que ya viven en zonas rurales.
Óscar Hernando, responsable del Área de Empleo y Formación en Castilla La Mancha de Accem Sigüenza, explicó que las personas migrantes que ya llevan años asentadas en el medio rural quieren ser escuchadas y quieren dar a conocer sus historias de vida. Por ello, se deben crear más espacios de convivencia.
Marta Lozano, presidenta de Wazo Coop, destacó que la economía social prioriza el bienestar de las personas y fomenta un desarrollo más sostenible. Por consiguiente, es importante que se den iniciativas de este tipo en el medio rural y se impulsen modelos a seguir.
Durante la última sesión del evento, las personas participantes contaron con un espacio para compartir información y experiencias sobre las iniciativas y proyectos que han realizado y que están implementando en el ámbito de la integración de las personas migrantes en zonas rurales.