A mediados del mes de marzo, el equipo del área de ex tutelados, del centro de Fundación Cepaim en Madrid, planteó la elaboración de un taller de extranjería para todos los jóvenes del proyecto. Consideramos de vital importancia la realización de este taller para poner en conocimiento el Real Decreto 903/2021, del 19 de octubre, por el que se reforma el reglamento 557/2011 de la Ley de Extranjería en relación al Régimen Jurídico de menores extranjeros y jóvenes extutelados. Lo que se considera un hecho histórico respecto al reconocimiento de los derechos de este colectivo.
El taller se compuso de dos partes, una parte más teórica, con una explicación detallada del proceso continuo para la solicitud y renovación de residencia, y otra parte del taller estaba destinada al apartado práctico, elaboramos documentación identificativa de atrezo, es decir, pasaportes y NIE que simulan los distintos casos posibles que se pueden presentar cuando solicitamos un permiso/realizamos una renovación: pasaporte caducado, un NIE que no habilitaba a trabajar, etc, para generar pequeñas trampas y valorar si los jóvenes eran conscientes de los detalles. Contábamos también con documentos adicionales requeridos para los trámites, y esto formaría parte de una simulación de renovación para comprobar las habilidades adquiridas por los participantes a la hora de realizar el trámite de forma autónoma.Llegado el día del taller se decidió establecer una fecha y un horario adecuado a los ritmos de vida de los jóvenes, debido a que con la nueva reforma muchos trabajan y tienen horarios muy dispares con los que es difícil coincidir. El taller quedó fijado para el 29 de marzo a las 12:00 de la mañana, acudiendo un total de 9 participantes. En primer lugar, se realizó la exposición teórica, orientando la metodología a fomentar la participación y la atención de los jóvenes, ya que estos trámites pueden resultar algo aburrido y dificultoso. Tras esta parte menos divertida comenzó la actividad práctica, la cual fue un verdadero éxito, los jóvenes participaron con bastante entusiasmo, mostraron un gran esfuerzo por realizar bien la práctica, y se divirtieron con los documentos de atrezo.
Finalmente concluyó el taller con un buen sabor de boca, los jóvenes terminaron contentos y satisfechos con lo aprendido, el equipo estaba orgulloso por la dedicación que habían puesto los mismos, y hubo una sensación de triunfo respecto al apartado práctico, la gestión autónoma por parte de los participantes y la correcta adquisición de los conceptos y conocimientos que se querían hacer llegar.