Durante los talleres, los y las 16 adolescentes participantes en Alzira, tuvieron la oportunidad de reflexionar a través de dinámicas de grupo sobre cuestiones relacionadas con la igualdad de género, los afectos, la sexualidad, la diversidad afectivo-sexual y de género, el consentimiento, o la educación emocional para la construcción de relaciones más igualitarias. En este sentido, los y las adolescentes han sido una parte activa de la dinamización de los talleres, abordando críticamente los debates que se generaban durante las dinámicas.
De la misma manera, los temas que se planteaban entorno a las relaciones de género o el sexismo eran abordados por los y las adolescentes de manera interseccional a partir de sus propias vivencias y experiencias, planteando cómo se ven afectados y afectadas por conflictos relacionados con la apariencia física, la religión, los códigos culturales o las relaciones familiares y con el entorno, y cómo estos factores les afectaban en su experiencia como chicos o chicas. También han tenido un papel relevante en los talleres los debates al respecto de las redes sociales, el consentimiento sobre el uso de las fotos compartidas o los modelos de masculindad y feminidad que se narran en las letras de las canciones que escuchamos.
Todo ello ha permitido compartir entre personas dinamizadoras y participantes cuáles son los ejes de conflicto o de confluencia sobre los que basan sus relaciones, cómo construimos durante la adolescencia nuestra identidad en relación al género o la sexualidad, pero sin dejar de lado otros aspectos fundamentales, como la experiencia migratoria, el idioma, o los procesos de racialización. Todos estos elementos contribuyen a mejorar la adaptación de los materiales y de los contenidos de los talleres, con el objetivo de que sean lo más inclusivos posibles con los grupos de adolescentes a los que se dirigen, sin dejar de lado el objetivo principal de prevenir la violencia de género y la construcción de masculinidades no violentas.
Más allá de la adaptación e implementación de la metodología con personas jóvenes, otras actividades previstas en el proyecto EQUI-X son la investigación, el seguimiento, la evaluación y el análisis de las estrategias y herramientas para la prevención de la violencia de género tanto en el nivel estatal como europeo. Con el fin de garantizar la sostenibilidad del proyecto, se prevé la formación de profesionales que trabajan con jóvenes en la metodología desarrollada por el proyecto, así como la difusión de la metodología y de los resultados.