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La Organización Internacional para las Migraciones conoce de primera mano el trabajo de Fundación Cepaim en Níjar, El Ejido y Roquetas de Mar (Almería)

Noticia
VisitaOIM 1 PonienteAlmeriense 2019
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El pasado mes de enero tuvimos el placer de recibir en el centro de Fundación Cepaim en Níjar la visita de algunos miembros de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre ellos a María Jesús Herrera, Jefa de Misión de la OIM, Ana Dodevska, Asistente de proyecto y Oussama El Baroudi, Oficial de apoyo a la comunicación.

 

En su calidad de principal organización intergubernamental en su esfera de especialización, la OIM trabaja en colaboración con las Naciones Unidas sobre una amplia gama de cuestiones atinentes a la migración. Los diversos informes y resoluciones debatidos y adoptados año tras año por la Asamblea General de las Naciones Unidas son una prueba fehaciente de que la migración concierne a prácticamente todos los países del mundo. Los informes y resoluciones antedichos giran en torno a cuestiones como los derechos de las personas migrantes, la asistencia humanitaria, el desarrollo, la seguridad y las políticas, por no citar más que algunas.

 

Con esta misión deciden marcar en su agenda una visita a Almería,  con el objetivo de conocer de primera mano una realidad de la que habían oído hablar pero de la nunca llegaron a imaginarse la magnitud. Ya aquí, visitan dos de los asentamientos de mayor dimensión de la zona de Níjar, además, con un panorama devastador por el incendio de ambos durante los meses de diciembre y enero.

Primero nos trasladamos al asentamiento conocido como Paula, una ocupación que se inicia en el año 1999 donde se empieza a ocupar una nave abandonada. En 2002 ya se empiezan a construir chabolas de palets de madera y plástico por la parte de atrás, hasta hoy, momento en el que contabilizamos unos 200 habitáculos de estas características con una estimación de unas 500 personas residiendo en ellas. Fundación Cepaim interviene en este asentamiento desde el año 2004, siendo testigo durante todo este tiempo de cómo ha ido ampliándose el espacio y aumentando el número de personas que malviven en él en condiciones graves de salubridad y exclusión residencial, ya que es uno de los más clandestinos de la zona por su ubicación, oculto entre invernaderos y lejos del núcleo urbano. Su creación, justo en ese lugar, es estratégica por su cercanía  a varias hectáreas invernadas donde muchos de ellos trabajan. Por desgracia, el 13 de enero se produce un incendio en el lugar arrasando más de 40 chabolas y afectando directamente a más de 60 personas que perdieron todas sus pertenencias y el único techo bajo el que cobijarse, por suerte no hubo que lamentar pérdidas humanas.

En casi las mismas condiciones visitamos el asentamiento conocido como Los Nietos, una ocupación que se remonta a finales de los años 90. En el año 2007 el asentamiento sufre un incendio provocando grandes daños, pero vuelven a construirse chabolas.  Es uno de los que ha tenido un crecimiento mayor en la comarca, creando, además, un fuerte impacto visual al ubicarse en una zona de paso turístico; quizá por ello también ha tenido siempre un gran “seguimiento” por parte de las fuerzas de seguridad y administración local. Al igual que en el anterior, su ubicación es estratégica por la cercanía con los invernaderos donde muchas de estas personas trabajan. Fundación Cepaim interviene en él desde 2004. Paradójicamente, este asentamiento también sufre un incendio en diciembre, el día 18, arrasando más de 20 chabolas y afectando directamente a más de 50 personas que pierden lo poco que tenían y su único hogar.

En ambos casos Fundación Cepaim ha activado un protocolo de actuación de emergencia en coordinación con el resto de entidades que trabajan en la zona para abastecer de ropa de abrigo, medicinas, agua, apoyo psicológico, asesoramiento jurídico y administrativo, etc, a todas las personas afectadas.

 

Tanto María Jesús como sus compañeros se sorprenden con el paisaje y lo comparan con otras realidades vividas en otros países como el Líbano (campamentos de refugiados), que incluso nos refieren están en mejores condiciones que estas personas.

 

Tras las visitas mantenemos una reunión donde participan los tres miembros de la OIM, el equipo técnico del servicio de Intervención en Asentamientos, personal del servicio de Acogida Integral y del proyecto de Investigación sobre el acceso a los derechos fundamentales de colectivos vulnerables residentes en asentamientos de Fundación Cepaim y la coordinación de centro. En esta reunión lo que pretendemos es analizar la realidad de la comarca, revisar lo trabajado hasta el momento y plantear alternativas y propuestas que puedan dar solución a la problemática con la que nos encontramos.

 

Tras dos horas de debate, los/as compañeros/as de la Organización Internacional para las Migraciones se van con la motivación de poder realizar un informe que traslade a los organismos competentes en la materia la situación de exclusión residencial que han conocido con el fin de buscar soluciones a la falta de alternativa habitacional de la zona, situación que excede tanto a la corporación local como a las entidades sociales que intervenimos en Níjar.

 

Al día siguiente, el equipo de la OIM visitó El Ejido y Roquetas. Se realizó una visita a pie por el Barrio de Las Doscientas Viviendas y continuamos hasta la zona de Cortijos de Marín. Procuramos poner de manifiesto una realidad que está oculta y normalizada en una gran parte del Poniente Almeriense: la exclusión residencial y el déficit de integración de muchos colectivos inmigrantes, especialmente población subsahariana. Visitamos el diseminado entre Roquetas de Mar y Vícar, presentando puntos concretos donde las infraviviendas, el hacinamiento y concentración de población inmigrante generan zonas de exclusión.

 

Concluimos con una visita a una vivienda tipo cortijo en el Carril de Las Fresas, donde pudieron conversar y entrevistarse con un grupo de hombres jóvenes senegaleses. Fue un momento muy especial y emotivo, con una conversación muy cercana y verdadera. El equipo de la OIM estaba muy agradecido por la acogida y la experiencia que habían tenido en Almería. Creo que se llevan una fotografía real de la situación y se han cargado de argumentos para hacer una defensa clara de las personas que soportan unas condiciones de vida tan inaceptables.

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