Lo que nació como un proyecto de falla experimental liderado por la Falla Sant Joan de Alzira, que abogaba por la inclusión y la diversidad ha culminado en un espacio de encuentro y convivencia intercultural. La Fundación Cepaim ha participado activamente en diferentes actividades, que culminaron el pasado 16 de marzo con la Plantà de la Falla, construida manualmente uniendo diferentes piezas por las personas participantes en los programas de Cepaim. La Plantà se culminó dejando expuesto en la Falla un comunicado firmado por Cepaim y titulado “Por un Mediterráneo como espacio de encuentro, concordia y enriquecimiento cultural”.
Las personas de los programas de Acogida y Protección Internacional ya no se sentían como espectadores/as pasivos/as de lo que ocurría a su alrededor, sino como protagonistas y participantes en la fiesta de la ciudad en la que viven. Y todo esto fue posible gracias a la invitación de un grupo de falleros y falleras que quieren construir un modelo de fiesta cercana a la realidad y comprometida con las injusticias sociales.
La Falla Sant Joan, bajo el lema hacer de las minorías una mayoría, ha apostado por la construcción de un monumento representativo donde diferentes colectivos en riesgo de exclusión social han podido aportar su granito de arena en la construcción del “ninot faller” con el objetivo de visibilizar las diferentes realidades.
En este proyecto se implicaron las diferentes áreas de la fundación Cepaim, y participaron activamente las personas participantes en el proyecto RefugiaDOS de la Unión Europea y actuaciones de Atención Humanitaria, del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.