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Manifiesto del 17 de Octubre
17 de octubre de 2014 En 2014 hemos asistido a una precarización de las condiciones de vida de una parte importante de la sociedad española y a un dramático agravamiento de la situación de las personas más vulnerables, de una forma constante desde el inicio de la crisis económica, social y de valores. El azote de las políticas de austeridad ha empujado a millones de ellas a la pobreza y la exclusión social, empobreciéndonos colectivamente.
No podemos pedir paciencia a quien no puede esperar. No sólo son necesarias medidas paliativas de emergencia, sino políticas garantizadas de protección social. Más de 13 millones de personas en situación de pobreza y exclusión social en España (28,2% de la población) tienen derecho a un compromiso serio de los poderes públicos, y queremos subrayar que esta es una problemática que no sólo les afecta a ellos y ellas, sino a todos y todas: como sociedad tampoco podemos esperar.
Es el momento de hacer una apuesta decisiva por las personas, que éstas sean el eje vertebrador del desarrollo económico y social, más allá de las cifras macroeconómicas y de políticas dirigidas a defender los intereses de la minoría. La sociedad civil en su conjunto es la transmisora de este cambio social, que ha de tener un reflejo político que conduzca a una sociedad más justa y cohesionada, donde todas las personas tengamos cabida.
Necesitamos una estrategia contra la pobreza que contemple medidas dirigidas a la garantía de renta de las personas, acciones de activación económica y el empleo digno, así como medidas de apoyo a los procesos de inserción. En definitiva, necesitamos acciones concretas que cambien la realidad de quienes sobreviven en situaciones precarias. Desde EAPN, ya hemos instado a nuestros representantes políticos a que firmen un Pacto contra la pobreza a todos los niveles. Sólo queda asumirlo y actuar en consecuencia.
Tras más de seis años de crisis económica y social, ha llegado la hora de reivindicar con más fuerza un cambio político y social, que sitúe a las personas en el centro de la agenda política, y así contribuir a la realización de nuestro mayor reto: una sociedad libre de pobreza y exclusión.