Objetivos
Ofrecer alojamiento y atención integral a jóvenes mayores de edad que hayan tenido una medida de protección y que se encuentran en riesgo o en situación de exclusión social, por carecer de apoyos familiares o por no contar con un nivel de autonomía personal ni económica suficiente para vivir de forma independiente, con el fin de favorecer la transición a un proyecto de vida autónoma y prevenir el riesgo de exclusión social.
¿Qué hacemos?
Este proyecto trata fundamentalmente de trabajar los procesos de emancipación con juventud en situación de extutela, mediante itinerarios integrales y personalizados en función de las expectativas de cada joven. Nuestra propuesta consiste en trabajar en redes, con las perspectivas comunitaria, intercultural e interseccional e incluyendo también el Enfoque Basado en Derechos Humanos para la consecución plena de la ciudadanía.
Desde esta premisa trabajamos a medio plazo en función de necesidades y fortalezas concretas, así como de demandas de itinerarios precisos y pactados con cada una de las personas participantes. Cabe destacar, la estrecha colaboración entre la Asociación Horuelo y CONVIVE Fundación Cepaim (Ítaca Joven) en los procesos de emancipación de juventud extutelada o en riesgo de exclusión social, fruto de la experiencia y aprendizaje mutuo en el trabajo con este colectivo durante años, adaptando nuestra intervención a las características de esta población.
La metodología, sobre la que se asienta el proyecto, se denomina ‘Modelo Tranvía, TRÁNsito a la VIda Adulta’. Esta consiste en un propuesta metodológica de intervención con juventud en situación de vulnerabilidad y/o ex tutela, que integra enfoques individuales, grupales y comunitarios e incorpora las perspectivas intercultural, interseccional y el enfoque de intervención basado en los Derechos Humanos.
En su apuesta por la integralidad de la intervención, comprende el análisis de las siguientes dimensiones de la exclusión social: formativa; laboral; relacional; económica; de la salud (también en el ámbito de la salud mental y de la sexual-reproductiva); jurídico- administrativa; político-comunitaria; habitacional y territorial. Se trata de una metodología desarrollada por CONVIVE Fundación Cepaim, cristalizada tras la realización del proyecto de investigación ‘En busca de un lugar propio. Juventud extutelada, territorio y derechos’.
En este marco metodológico, estos proyectos confluyen en las siguientes perspectivas metodológicas:
- La metodología está atravesada por la incorporación de la perspectiva de género, la mirada de la intervención comunitaria y el enfoque basado en los Derechos Humanos.
- El diagnóstico individual, grupal y comunitario como punto de partida de la propuesta de itinerario con persona.
- La persona en el centro de la intervención, desde una posición de corresponsabilidad y potenciando su autonomía, como principal motor de su vida, su proceso de cambio y de su itinerario de emancipación (Proyecto Educativo Individualizado).
- El trabajo comunitario, en Red, con el tejido público-privado del territorio, con la finalidad de coordinar la intervención y fomentar una comunidad unida.
- Apoyo en el acceso, en condiciones de igualdad y no discriminación, a los recursos a los que tienen derecho, especialmente cuando se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad.
- Especial coordinación con los recursos de formación y empleo, favoreciendo el acceso a oportunidades educativas de calidad que favorezcan su autonomía y la futura inclusión laboral.
- Fomento de la vinculación con el territorio, como parte del desarrollo de su vida social y comunitaria.
- Importancia del desarrollo psicosocial de las personas y fomento de figuras referentes con las que poder identificarse.
- El impulso de la innovación, la detección de buenas prácticas y el fomento de líneas de investigación de campo, que permitan mantener y mejorar la calidad en la atención a la infancia migrante sin acompañar, la juventud extutelada, sus familias en origen y la comunidad de la que forman parte.
Nuestro enfoque trata a su vez de identificar obstáculos y necesidades en relación a las dimensiones, e ir más allá, identificando también las fortalezas de los miembros de este colectivo y las principales aportaciones que realizan a las comunidades donde habitan. El proyecto busca poner en valor los aspectos positivos y las fortalezas que poseen y acercar a diferentes colectivos y agentes sociales públicos, privados y mixtos en la mejora de los barrios, la convivencia y la cohesión social del territorio.
Así los objetivos que se proponen son:
- Proporcionar alojamiento y manutención a jóvenes de 18 a 21 años en grave riesgo de exclusión social, procedentes del sistema de protección de la Comunidad de Madrid, para la cobertura de sus necesidades básicas y favoreciendo a su vez sus procesos de autonomía.
- Fomentar la capacitación en habilidades domésticas y convivenciales que les permitan gestionar eficazmente su tránsito a la vida autónoma y su completa emancipación.
- Diseño, ejecución y evaluación, con participación del joven, de un proyecto educativo individual (PEI) con un diagnóstico de la realidad personal y social del joven, sus necesidades específicas, objetivos, actuaciones e indicadores de evaluación.
- Coordinar actuaciones con otros agentes sociales implicados en el desarrollo personal de los jóvenes para su incorporación a recursos formativos, laborales y sociales.
- Favorecer la inserción sociolaboral proporcionando recursos y asesoramiento para la capacitación profesional e incorporación laboral orientada a la autonomía personal.
Talleres grupales de habilidades sociales, educación para la salud, planificación económica, organización doméstica, educación en valores, etc. - Desarrollo de un programa de plan de ahorro para el aprendizaje de criterios de gasto y ahorro, dirigido al adecuado uso de los recursos económicos.
- Facilitar el acompañamiento y asesoramiento de jóvenes en procesos de regularización de su documentación (tarjeta sanitaria, empadronamiento, pasaporte, permisos residencia, permisos de trabajo, etc.)
- Orientación y organización de actividades de ocio, deportivas y culturales.
Procurar la adquisición de habilidades sociales, así como la mejora de las aptitudes personales para una adecuada integración en la sociedad.
Por último, las actividades que se desarrollan son:
- Apoyo y acompañamiento en cuestiones domésticas. En el dispositivo residencial de acogida, se fomentará el aprendizaje de técnicas de cocina, limpieza y compra; hábitos de higiene y cuidado personal, orden, organización, contabilidad doméstica, convivencia, cuidado de la vivienda. Tanto en intervenciones diarias como en jornadas específicas.
- Las personas participantes del dispositivo residencial tendrán una serie de responsabilidades tanto individuales como colectivas como la compra de alimentos, la compra de productos de higiene personal, la elaboración de las comidas, la limpieza, con el fin atender todas sus necesidades básicas y mantener unas condiciones de alojamiento adecuadas.
- Se impartirán talleres para la adquisición de habilidades sociales; talleres sobre género y relaciones de igualdad entre hombres y mujeres u otros que partan de las necesidades y el interés de las personas participantes.
- Reuniones y actividades grupales. Con el fin de crear un buen clima de convivencia y prevenir posibles conflictos, se realizarán mensualmente reuniones grupales donde se realizarán regulaciones de grupo, se revisará la convivencia, la organización y planificación doméstica y se dotará a las personas de herramientas y estrategias para la resolución de conflictos y su tránsito a la vida adulta en el nivel grupal.
- Se utilizará el día a día, como herramienta de intervención básica, para hacer reflexionar a las personas participantes sobre aquellas situaciones donde puedan surgir conflictos culturales y sobre sus relaciones interpersonales, como el género o el respeto a otros colectivos como el LGTBI, el uso de las TIC valorando el nivel de responsabilidad que tienen en sus actos, así como las consecuencias que éstos tienen dentro del grupo, con la intención de que esta reflexión se proyecte en la sociedad de acogida.
- En este sentido, contarán con una asamblea mensual como espacio de reflexión y acción participativa en la toma de decisiones que afecten al desarrollo del dispositivo residencial como unidad de convivencia.
- Prestación económica mensual. Una “beca” mensual nominativa que cubre los gastos cotidianos de forma integral, lo que nos permite trabajar la autonomía económica con las personas participantes de una forma cercana a la realidad.
También, se utilizará para crear un compromiso de negociación continua donde cada acción, por pequeña que sea, sea un acto de responsabilidad con la otra persona y con el medio ambiente. En definitiva, para crear un clima no de imposición sino de negociación y reflexión, con el fin de formar a ciudadanos/as con conciencia social, responsables, creativos/as, respetuosos/as y partícipes.