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Participantes del programa 'CaixaProinfancia' conmemoran artísticamente el 'Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres' en Lorca

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El pasado viernes 25 de noviembre, varias calles y plazas de Lorca fueron el lienzo que dio soporte a una intervención artística enfocada a reivindicar los derechos de la mujer en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La performance fue realizada por un grupo de ocho adolescentes de origen magrebí, perteneciente al programa CaixaProinfancia, el cual impulsa acciones en clave de proceso de transformación, para promover el desarrollo de la infancia, adolescencia y sus familias, con el objetivo de generar oportunidades futuras.

La actividad, titulada Frente a la quietud, estatuas violeta, consistió en dibujar unas 400 huellas violeta desde la base de dos estatuas emblemáticas de la ciudad, a lo largo de la calle Álamo, que las separa, hasta un punto de encuentro entre ambos recorridos.

En dicho punto las huellas convergen, señalando un solo camino y una única dirección: la plaza de Castellar, en calle Corredera (una de las más concurridas de la ciudad), en la que las huellas se detienen frente a nueve de los más urgentes derechos de la mujer, estampados en pancartas adhesivas pegadas al suelo y enmarcadas con lazos violeta.

La elección de las estatuas no fue casual. Una masculina, Alfonso X, un hombre medieval y guerrero, portador de los más altos privilegios. A su vez, un rey sabio, inclinado hacia la cultura, el saber y el respeto por la diversidad y la convivencia entre los pueblos.

Otra, femenina, La Bordadora, mujer anónima, trabajadora, independiente y creativa. Símbolo de la ciudad y de uno de sus gremios artesanos más ilustres y queridos. Así como del esfuerzo por tejer arte, autonomía, respeto y este día, además, sus derechos.

A los pies de estas estatuas lucían los versos de poetas actuales de gran envergadura, quienes no dudaron un instante en brindar su arte: Ben Clark (Hijos de los hijos de la ira) y Laura Sam (Incendiaria), admirada poeta y vecina cercana, oriunda de Totana. Sus poesías aportaron el efecto verbal, abstracto y reivindicativo que toda lucha exige.

Fue una tarde dura, en la que los chavales tuvieron que esforzarse por manejar bien los materiales plásticos, por emplear correctamente elementos preparados semanas antes, por cumplir los tiempos, enfrentarse a los cuestionamientos públicos, e incluso superar la extenuación de su propia voluntad.

Pero también fue una tarde emocionante, en la que poder disfrutar de ciertas sorpresas, como el clamor de los dueños de algunos comercios, quienes pidieron pintar las huellas que pasaban por sus puertas; las palabras de ánimo anónimo que alentaban a terminar la tarea; las nutritivas donaciones del gerente de una panadería, que quiso patrocinar así la iniciativa; el apoyo de la concejala de Igualdad, Antonia Pérez, quien nos acompañó durante un tramo; y por supuesto, la satisfacción de ver realizada una propuesta artística atrevida, pública y propia.

Tras la realización de la actividad, pudo verse a varios grupos de personas siguiendo las huellas, cuestionando su recorrido, su origen, su meta y su razón de ser. Quizá sea este el impacto didáctico que más trascienda al desarrollo de la actividad. Nuestros jóvenes disfrutaron, aunque solo el tiempo será capaz de traducir el calado de su experiencia.

Sin duda, el alcance público que la calle otorga al arte jamás podrá aportarlo un museo. Como difícilmente trascienda un discurso que no atraviese las paredes del auditorio, o un puño cuya osadía no lo empuje a levantarse allá donde logre ser visto por la mayoría. Los derechos nacen de la necesidad, materializarlos precisa encenderlos y defenderlos en el ámbito público, rompiendo así el silencio que envuelve su matriz.

Que la lucha por los derechos de la mujer aún anuncia un largo recorrido es evidente. Sin embargo, cada día puede verse aumentar la cuenta de las conciencias en armonía con sus demandas. Las huellas de este hecho son también una evidencia.

Todas estas actuaciones se han desarrollado gracias a la colaboración de numerosas entidades e instituciones, además de vecinos y vecinas que han colaborado en la planificación y desarrollo de la jornada: La Concejalía de Servicios Sociales, Unidad de Inmigración, Unidad de Personas Mayores, Programa Municipal de Adicciones, Estrategia Municipal “Cartagena Libre de Rumores”, Fundación Cepaim, Área de Salud II, Universidad Politécnica, Muram, Lhicarsa, Colegio Patronato Sagrado Corazón de Jesús, Colectivo La Huertecica, Cáritas, Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, , AFA Levante, Columbares, SODICAR, Cruz Roja, AAVV Barrio San Diego, Ápices, Vientos de Cartagena, Gambia el Chip, Asociación Arte- Sano, Emacc, Autismo Somos Todos, Asociación Gromada Ucranianos en Cartagena y a título individual, vecinos y vecinas del barrio.