Entrevista publicada el 26 de junio en la web de la Red Europea sobre Apatridia (ENS por sus siglas en inglés, European Network on Statelessness) a Nacho Hernández, del Departamento de Alianzas, Incidencia y Dimensión Internacional sobre el trabajo de Fundación Cepaim en materia de apatridia.
ENS - Fundación Cepaim se unió a ENS en 2017. Vuestro trabajo en España se centra en la inclusión social, en la defensa de la igualdad de derechos y en la lucha contra la pobreza. ¿Cómo se ajusta la apatridia y vuestra participación en ENS dentro de ese trabajo?
Nacho Hernández - En Fundación Cepaim tratamos de abordar y prevenir la exclusión social y residencial a través de diferentes medios, como la igualdad y la no discriminación o la incorporación de la perspectiva de género, y mediante distintos proyectos y áreas como, por ejemplo, el de acogida para personas migrantes indocumentadas o para personas solicitantes o beneficiarias de protección internacional o del estatuto de apátrida; de vivienda; de intervención con jóvenes y familias; o de desarrollo comunitario. Aunque el número de personas afectadas por la apatridia en España no es muy alto, se ha incrementado en los últimos años. Como una de las organizaciones sociales que gestiona el sistema nacional de acogida para personas refugiadas, solicitantes de asilo, apátridas y solicitantes del estatuto de apátrida, trabajamos directamente con estas ofreciéndoles asistencia jurídica, psicológica y social. Nuestra labor de incidencia en el ámbito de la protección internacional es prioritaria, e incluye la apatridia.
Las personas apátridas que entran en el sistema de acogida pueden permanecer en el programa hasta dieciocho meses. Se les aloja en apartamentos privados, pero compartidos, y se les ofrece condiciones materiales de acogida para cubrir sus necesidades básicas. También reciben clases de español, y son asistidas por personas que forman un equipo multidisciplinar compuesto por trabajadoras sociales, psicólogas y abogadas. Estas últimas gestionan sus solicitudes de estatuto de apátrida durante el procedimiento.
Para crear vínculos y redes entre las personas afectadas por la apatridia y para facilitar su participación e incidencia, organizamos un taller con personas apátridas en la primavera de 2019 en Madrid junto con ENS. También organizamos una conferencia pública sobre apatridia en Murcia en otoño de 2019, a la que ENS fue invitada como ponente, y teníamos todo preparado para celebrar la conferencia internacional sobre apatridia en mayo de 2020, junto con ENS y la Universidad de Alicante, con el objetivo de reunir a 300 personas. También hemos apoyado a ENS traduciendo informes y documentos clave, y hemos coordinado la investigación que ha llevado a la publicación del Índice de Apatridia (Statelessness Index) sobre España.
Nuestros objetivos de incidencia hoy se dirigen a la inclusión de la apatridia en una nueva ley de protección internacional para mejorar la situación jurídica de las personas solicitantes del estatuto de apátrida y de quienes son beneficiarias de él, y a la reducción del plazo de diez años exigido por el Código Civil para la adquisición de la nacionalidad española por residencia a dos años en el caso de personas apátridas.
Este año, Fundación Cepaim y ENS han lanzado el Índice de Apatridia de España. ¿Qué nos dice este Índice sobre la legislación, la política y la práctica española con relación a la apatridia, y cómo tenéis pensado emplear esta herramienta para apoyar vuestro trabajo?
La creación del Índice de Apatridia de España fue una iniciativa conjunta de miembros españoles de ENS, como CCAR (Comissio Catalana d' Ajuda al Refugiat), Fundación Cepaim, y dos miembros individuales, Arsenio G. Cores y Aleksandra Semeriak.
El trabajo de investigación que culminó con el Índice nos ha permitido estudiar la legislación y la práctica estatal para identificar lagunas que no conocíamos previamente. Se trata de una importante herramienta que nos ayudará a impulsar nuestras actividades de incidencia tanto en materia de protección internacional como en la cuestión relativa a la naturalización de personas apátridas, así como en otros ámbitos. No es solo útil para personas investigadoras, sino para todas las personas interesadas en esta materia, como abogadas, estudiantes, personal académico, periodistas, organizaciones de la sociedad civil, personas afectadas por la apatridia, etc.
La investigación ha mostrado, como esperábamos, tanto buenas prácticas como lagunas en la protección. España es parte de la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y de la Convención para reducir los casos de apatridia de 1961, y tiene un procedimiento de reconocimiento del estatuto de apátrida. Sin embargo, existe una evidente desigualdad entre las personas solicitantes de asilo y aquellas que solicitan dicho estatuto en cuanto a su situación jurídica durante los respectivos procedimientos. Aunque se puede considerar el procedimiento relativo al estatuto de apátrida como una buena práctica, ya que dicho estatuto concede una autorización de residencia de larga duración y de trabajo de forma automática a quienes se les reconoce la condición de apátridas, durante el transcurso de aquel procedimiento no se ofrece una protección jurídica adecuada a quienes lo solicitan. Por ejemplo, estas personas pueden recibir una autorización de permanencia provisional mientras dure el procedimiento y no tienen derecho a asistencia jurídica gratuita, lo cual afecta a la calidad de sus solicitudes, que deben ser enviadas por escrito mediante un formulario estandarizado. Solo se realizan entrevistas si las personas encargadas de su instrucción lo estiman oportuno.
Estos problemas son estudiados con mayor detenimiento en el Índice de Apatridia y forman parte de mi artículo que será publicado esta misma semana en el blog de ENS. Además, estamos siguiendo de cerca la situación de la apatridia en España para actualizar el Índice anualmente.
En mayo de 2020, Fundación Cepaim y ENS habían organizado una conferencia internacional de tres días en la Universidad de Alicante. Aunque la pandemia de la Covid-19 en Europa nos obligó a aplazar la conferencia, tenemos un firme compromiso por celebrarla en 2021 cuando sea seguro. ¿Cuál es el objetivo de esta conferencia, y cómo contribuye a vuestro trabajo en España?
Lo teníamos todo organizado, listo y preparado para celebrar la conferencia internacional este pasado mayo en Alicante. Estábamos contando los días que faltaban para que llegara el momento. Es una pena que no nos hayamos podido reunir, pero estamos seguros de que tendremos la oportunidad de llevarla a cabo cuando sea posible en el futuro. Nuestro compromiso sigue siendo tan firme como siempre. La conferencia ha sido diseñada para ser una reunión inclusiva con el objetivo de juntar a 300 participantes, incluyendo a personas afectadas por la apatridia, representantes políticos, personas del mundo del derecho, y organizaciones de la sociedad civil.
Esta conferencia ofrecerá la oportunidad de intercambiar información, preocupaciones, propuestas y soluciones para las lagunas y problemas de protección en materia de apatridia que deben ser urgentemente abordadas en Europa y en España. Servirá como plataforma para escuchar todas las voces y para que los representantes políticos conozcan la experiencia de ser apátrida de primera mano, gracias a la participación de personas afectadas por la apatridia. Hay lagunas en la protección tanto en la legislación como en la práctica, por lo que la experiencia de profesionales del derecho y la de aquellas afectadas será un buen complemento durante la conferencia.
España ofrece buenas prácticas para otros Estados europeos, y debemos construir sobre ello, así como sobre el compromiso del Gobierno de España para reducir y prevenir la apatridia con el objetivo de mejorar la condición tanto de las personas reconocidas oficialmente como apátridas como la de aquellas que solicitan el estatuto, y de facilitar su acceso a la nacionalidad española a través de la naturalización.
La apatridia es un grave problema de derechos humanos. Las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el ámbito de los derechos humanos pueden a veces olvidar que, más allá de la protección internacional, hay poblaciones sin una nacionalidad que necesitan respuesta y protección adecuada. Esta conferencia mostrará la importancia de tener una nacionalidad y del significativo impacto negativo que tiene su carencia para las personas apátridas.
Sin embargo, la necesidad de abordar las lagunas en la protección de personas apátridas, empeoradas por el impacto de la Covid-19, siguen siendo una tarea crítica. Por ello ENS y Fundación Cepaim están planeando la organización de una serie de webinarios a partir de septiembre. ¿Qué puede esperarse la gente de estos webinarios?
Vamos a organizar, junto con ENS, un webinario de ámbito internacional que reunirá a actores clave para abordar acciones urgentes en materia de apatridia en Europa, y que servirá como introducción a la serie de webinarios sobre apatridia dentro del contexto español.
Ahora mismo estamos trabajando en el diseño y el contenido de cada webinario, pero esperamos que el primero de ellos permita mostrar el Índice de Apatridia, presentado por el equipo de investigación y expertos. Esto permitirá conocer las lagunas en la protección existentes hoy en el procedimiento de reconocimiento del estatuto de apátrida en España y en el de naturalización de personas apátridas. Este evento ofrecerá un marco propicio para el segundo y tercer webinario, que se centrarán en estas dos áreas y en las soluciones adecuadas para abordarlas. Uno de ellos se dedicará a la necesidad de reformar la actual ley de asilo para incluir el procedimiento de reconocimiento del estatuto de apátrida con el fin de igualar los derechos de las personas apátridas con las de las personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional. El último webinario tratará la reducción del plazo de residencia para la naturalización de personas apátridas en España, a través de una propuesta de reforma del Código Civil que se presentará al Parlamento. Nuestro objetivo es reunir a representantes políticos, organizaciones de la sociedad civil, comunidades afectadas, personal experto y otras personas que trabajan en la eliminación de la apatridia tanto en España como en Europa.
Las personas apátridas se encuentran entre quienes más han sufrido el impacto de la pandemia global provocada por la Covid-19. ¿Cómo valoras el impacto de la pandemia y de las respuestas ofrecidas en España, y cómo está afectando a vuestro trabajo?
La pandemia provocada por la Covid-19 ha afectado mucho a España. Pronto se convirtió en uno de los países del mundo en el que el virus tuvo un mayor impacto, y se impusieron medidas de confinamiento estrictas para prevenir su expansión.
Las crisis tienen siempre un mayor efecto negativo para las personas en situación de vulnerabilidad, incluyendo a migrantes, y más aún si se encuentran en situación irregular, si son solicitantes de protección internacional o apátridas. Debido a las medidas del Gobierno de España relativas a la clausura temporal de oficinas gubernamentales y a la suspensión de determinados procedimientos, el número de solicitudes de protección internacional se redujo drásticamente de las 37.000 formalizadas entre enero y finales de marzo a solo 130 durante abril y mayo. No se han publicado cifras sobre el número de solicitudes del estatuto de apátrida para este último periodo. La información estadística sobre apatridia no está tan ampliamente disponible como la relacionada con protección internacional.
El gobierno extendió la vigencia de la documentación de las personas migrantes, como la de las solicitantes de asilo, de quienes eran titulares de un visado de estancia de corta duración, o de solicitantes del estatuto de apátrida, pero solo aquellas cuya permanencia temporal hubiera sido previamente autorizada. A diferencia de las personas solicitantes de protección internacional, quienes solicitan el estatuto de apátrida pueden recibir dicha autorización, por lo que quienes carecen de documentos han sido ignoradas por las autoridades sin que ello constituya una infracción legal. Por ello, algunas personas solicitantes de este estatuto son tratadas como personas migrantes indocumentadas, con acceso limitado a derechos básicos.
Por otro lado, los centros de internamiento han sido vaciados, y todas las personas migrantes detenidas en ellos fueron liberadas en el plazo de seis semanas desde la declaración del estado de alarma. La detención migratoria carecía de justificación legal, ya que solo puede ser impuesta para garantizar la ejecución de expulsiones del territorio y solo puede durar un máximo de 60 días. España cerró sus fronteras y el resto de países rechazó la llegada de personas procedentes de España, por lo que la detención migratoria no podía justificarse como una opción legal válida. El gobierno ha introducido recientemente algunas medidas para facilitar la regularización de personas migrantes eliminando determinados requisitos onerosos que son incluso más difíciles de cumplir en el contexto de la pandemia. Por ejemplo, el arraigo social es una vía excepcional por la que las personas en situación irregular pueden obtener una autorización de residencia y trabajo en España si han permanecido en el territorio durante tres años y pueden acreditar que tienen una oferta de empleo. Sin embargo, la situación de emergencia sanitaria ha llevado al gobierno a permitir reemplazar este último requisito en determinados casos por la exigencia de disponer de recursos suficientes para cubrir las necesidades básicas de la persona solicitante y de sus familiares.
La pandemia ha afectado a nuestra actividad, ya que hemos tenido que ajustarnos al teletrabajo y a hacer turnos en las oficinas de atención para cumplir con las medidas de confinamiento y de distanciamiento social. Aun así, hemos seguido acogiendo a personas en nuestros programas, incluyendo a 46 personas detenidas que fueron liberadas de varios centros de internamiento. La estancia en los programas se ha prorrogado automáticamente, por lo que las plazas se han bloqueado y en algún momento, la falta de disponibilidad ha impedido la entrada de personas como era habitual anteriormente.
Estamos viviendo un momento sin precedentes, pero la lucha contra la apatridia continúa. ¿Cuál es el objetivo principal de Fundación Cepaim en materia de apatridia durante los próximos doce meses?
Nuestras prioridades de incidencia en materia de apatridia serán abordadas en la serie de webinarios que organizaremos este otoño. Antes de que se declarara el estado de alarma en España, estábamos trabajando con las autoridades con motivo del anuncio de su voluntad de reformar la ley de asilo, teniendo en cuenta que está desfasada y que no ha traspuesto las Directivas de la UE del Sistema Europeo Común de Asilo. Nuestro objetivo es mejorar las condiciones materiales de acogida de personas solicitantes de protección internacional y refugiadas, incluir más garantías en el procedimiento y, fundamentalmente, incluir el procedimiento de reconocimiento del estatuto de apátrida dentro de la nueva ley para que las personas apátridas, ya sean solicitantes del estatuto o beneficiarias del mismo puedan gozar de los mismos derechos, garantías y condiciones materiales de acogida que las personas solicitantes de protección internacional y refugiadas en España. Esperamos que las consultas se reanuden pronto, ya que el proceso de reforma es lento y creemos que este asunto debe ser abordado con urgencia.
Nuestra propuesta para la reforma del Código Civil para reducir el plazo de diez a dos años para permitir la naturalización de personas apátridas recibió una respuesta positiva por parte de representantes gubernamentales y actores clave en la conferencia de octubre de 2018 que organizamos en junto con la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia en las instalaciones de esta última. Hemos seguido trabajado con la Clínica Jurídica y estamos a punto de terminar nuestra propuesta, que será remitida al Parlamento.
No puedo terminar esta entrevista sin hacer una última referencia a la conferencia de Alicante. La serie de webinarios que haremos no reemplazan un evento de su relevancia. Tenemos planeado celebrarla cuando sea seguro y posible. Se trata de una de nuestras principales prioridades.