La diversidad, una realidad global
Una de las consecuencias de esta globalización es la creciente diversidad humana en un mismo territorio geográfico; conviven muchas lenguas, religiones, culturas y formas diferentes de entender la vida. El interculturalismo es uno de los paradigmas con los que contamos para gestionar la diversidad, paradigma que no sólo defiende la tolerancia, el respeto y la convivencia de todas las tradiciones culturales, sino que además exige una interacción entre ellas. Debemos dejar claro además que la diversidad cultural es mucho más que la diversidad de origen, aunque en algunas ocasiones se llegue a confundir.
Frente a este interculturalismo coexisten otras perspectivas, basadas en el miedo y el desconocimiento a lo diferente, que sitúan la cultura propia por encima de otras. Esta jerarquización provoca situaciones discriminatorias que se manifiestan en formas muy complejas e inquietantes, y afecta a todos los aspectos de la vida cotidiana como el empleo, la educación, la vivienda y el acceso a los servicios sociales; se refleja en actitudes hostiles contra las personas migrantes o con una cultura diferente y en un clima negativo que pone en peligro la cohesión social, la protección de los DD.HH. y el estado de Derecho.
Un ejemplo muy actual de esta situación es lo que tiene que ver con la atención a las personas refugiadas que están llegando a nuestro país. La gran mayoría de la ciudadanía está en contra de la gestión que se está realizando en los puntos de entrada a Europa, pero cuando se trata de dar respuesta a sus necesidades una vez que se han ubicado en un determinado país la cosa cambia por completo: el miedo a lo desconocido y la existencia de prejuicios están dificultando notablemente su inserción en las comunidades a las que llegan.
Ante este panorama, y para poner freno a la creciente xenofobia que empieza a aflorar a nivel mundial, los diferentes agentes sociales (Administraciones Públicas, empresas y organizaciones, entidades sociales, entidades educativas, universidades…) debemos iniciar un trabajo conjunto y coordinado orientado a incorporar la gestión de la diversidad como elemento estratégico de nuestras actuaciones
Esta Gestión de la Diversidad no solo favorece la creación de una sociedad más justa y equitativa, sino que además aporta beneficios tanto cuantitativos como cualitativos a las organizaciones que la incorporan en su funcionamiento.
Son muchos los beneficios, tanto cuantitativos como cualitativos, que aporta una gestión eficaz de la gestión de la diversidad a las organizaciones. Esta gestión, en parte, pasa por visualizar las diferencias culturales como un elemento positivo que aporta valor a todas nuestras actuaciones.
Estos beneficios se manifiestan a diferentes niveles:
A nivel externo:
- Mejora en la imagen de la marca y reputación corporativa.
- Traslada a la sociedad la imagen de ser una empresa responsable e integradora.
- Liderazgo frente a otras empresas del sector.
- Facilita el acceso a nuevos mercados al tener en cuenta las diferentes demandas.
- Mejora y acelera la adaptación a entornos cambiantes.
- Fortalece el vínculo con la clientela; afinidad-fidelización.
- Mejora la comunicación con proveedores.
En la gestión interna y dinámicas de trabajo:
- Incrementa la creatividad y la capacidad de innovación; personas con diversas perspectivas que aportan visiones nuevas sobre temas conocidos.
- Mejora la comunicación en la organización.
- Incrementa la eficacia en la gestión.
- Reduce las tensiones y la conflictividad en los equipos de trabajo.
En relación con los equipos de trabajo:
- Potencia los valores de la empresa entre las personas de la plantilla incrementando su implicación y compromiso hacia la empresa en la que trabajan.
- Atrae y retiene el talento.
- Incrementa la motivación.
Afortunadamente cada vez son más las administraciones y las empresas que comienzan a apostar por la diversidad promoviendo el desarrollo de políticas y medidas más equitativas e inclusivas. Aún así, este cambio de actitud en la cultura empresarial supone un reto, sobre todo centrándonos en la diversidad de origen y cultural, pero son muchas las actuaciones que pueden llevarse a cabo sin necesidad de hacer grandes inversiones ni modificaciones importantes:
- Crear espacios específicos para el intercambio, la negociación y el desarrollo de iniciativas relacionadas con la Gestión de la Diversidad. En este sentido se destacan los Comités de igualdad / diversidad que proporcionan un foro para la discusión y el análisis de la actividad de la empresa en relación con la diversidad.
- Introducir la figura del mediador/a como profesional que puede intervenir en el ámbito de las relaciones grupales e interpersonales. En la empresa pueden surgir conflictos, desacuerdos o desajustes entre las normas formales de la empresa (vestimenta de trabajo, uso de espacios...) y las prácticas personales. Estas situaciones surgen muchas veces por falta de información, desconocimiento o simple incomunicación. Mediar en esta situación puede suponer acuerdos satisfactorios para todas las partes que posibiliten el respeto a las diversas prácticas culturales sin menoscabo de conseguir los objetivos empresariales u organizativos.
- Sensibilizar y formar en competencias interculturales. La colaboración con entidades no lucrativas se convierte así en una estrategia muy interesante que permite a las empresas conocer de primera mano la realidad, las necesidades o las dificultades que conllevan la gestión de esta diversidad cultural.
- Patrocinar y participar en actividades interculturales o causas solidarias encaminadas a visibilizar esta diversidad cultural.
Bajo este planteamiento, Fundación Cepaim desarrolla el Programa de Gestión de la Diversidad en Entornos Profesionales, centrado en informar y concienciar, a las empresas y organizaciones, sobre los beneficios que supone apostar por la gestión de la diversidad en el entorno profesional. El Programa de Gestión de la Diversidad de nuestra entidad ofrece de manera personalizada y gratuita:
- Asesoramiento en el desarrollo de procesos (Diagnóstico y Planes de Gestión de la Diversidad, acciones de sensibilización y políticas para promover la igualdad de oportunidades)
- Formación “a la carta” en Gestión de la Diversidad, Responsabilidad Social y Ética Empresarial (presencial, semi-presencia y a distancia).
- Difusión de herramientas, como guías metodológicas, relacionadas con la RSC, GD, Igualdad y No Discriminación.
- Organización de encuentros y jornadas para dar a conocer diferentes aspectos y variables de esta diversidad.
Sin duda todavía hay un largo camino que recorrer en la implementación de la Gestión de la Diversidad en las empresas y organizaciones para que el acceso de personas de diversos orígenes y/o culturas al ámbito laboral esté normalizado. A día de hoy, existen muchos ejemplos de éxito de empresas que han encontrado en la diversidad ese valor que las diferencia, y que las hace crecer en un mercado globalizado.
Para dar a conocer algunos de estos ejemplos de éxito el próximo 6 de julio Fundación Cepaim va a realizar en Madrid la jornada sobre Responsabilidad Social Empresarial y Refugio. El objetivo último es implicar a las empresas en la gestión de las personas refugiadas que están llegando a nuestro país. Para ello, tras el planteamiento de las principales dificultades que encontramos las entidades que estamos gestionando esta atención, se expondrán los proyectos de colaboración que se están llevando a cabo desde diferentes empresas en ámbitos como la educación, la vivienda, la salud o la inserción laboral. Son ejemplos prácticos de como la Gestión de la Diversidad (en este caso de la diversidad cultural y de origen) implica a todo tipo de entidades independientemente de su titularidad, de su tamaño o del tipo de actividad que desarrollen.
Desde Fundación Cepaim os animamos a las empresas a #dejalapuertaabierta a la diversidad y os invitamos a participar en esta jornada. Prometemos no dejaros indiferentes ante esta situación.