La idea surgió tras una batida de limpieza que se produjo el pasado 10 de febrero, con la que se consiguió revertir un desalojo de los habitantes de este lugar a los que les llegó una orden judicial por usurpación ilegal de vivienda. Alrededor de 40 personas participaron en dicha batida, desde los residentes del asentamiento como chicos de los dispositivos de acogida de Fundación Cepaim, y se recogieron toneladas de basura llenándose tres contenedores.
Tras el saneamiento del lugar nació la idea por parte de las propias personas habitantes de que se podría realizar un partido de fútbol y así celebrar que se paralizó el desalojo y que existe la posibilidad de que puedan residir en el cortijo de una manera regular y digna.
A la semana siguiente se realizaron las porterías mediante material reciclado, concretamente pitas caídas y viejas maderas, a través de talleres ocupacionales que tuvieron una gran participación y, finalmente culminamos con la creación de un humilde campo de fútbol que guarda grandes ilusiones futuras.
Como público asistió gente de otros asentamientos, personas propietarias de tierras e incluso el cabrero con su rebaño. Después de un ranking de penaltis ambos equipos empataron y se realizó la entrega de medallas a todas las personas participantes del Torneo. Además, se realizó una comida comunitaria entre las personas asistentes antes del comienzo del partido.
Con este partido de fútbol por la convivencia nos ha quedado claro que no hay que dejar de creer en los sueños y que una ilusión está muy cerca de ser una realidad. Nos parece una idea magnifica y consideramos que este acontecimiento los motivará de cara a seguir manteniendo el trabajo de limpieza realizado y construir un campo de fútbol que les permita crear un espacio de ocio donde puedan practicar el deporte que más les gusta.