Tristemente, el pasado martes 18 de abril se volvió a repetir esta lamentable situación. Otro incendio más en este mismo asentamiento, donde se encontraban alojadas 550 personas. El fuego afectó a 187 chabolas construidas con maderas, plásticos y cartones, materiales de fácil combustión que provocaron que las llamas se extendieran fácilmente, algo que incrementa el peligro de estos incendios para las personas que residen allí.
Esta vez se vieron afectadas unas 250 personas que vieron como ardían sus casas sin poder hacer nada. La mayoría de las personas afectadas han perdido todas sus pertenencias, incluidas sus documentaciones (NIE, Pasaporte, identificación del país, carnet de conducir, tarjetas sanitarias, entre otras), algo que les dificulta aún más su dificil día a día.
Tras el incidente en este asentamiento, nuestro equipo técnico ha atendido de forma directa a unas 120 personas. Nuestros equipos técnicos en la zona han ido al lugar del suceso a reconocer los daños y valorar las diferentes acciones de ayuda que podemos realizar para atender a las personas afectadas. Como ya lo venimos advirtiendo en repetidas ocasiones, es lamentable que en pleno siglo XXI se siga produciendo estos sucesos sin que se tomen medidas desde todos los colectivos implicados, repitiendo la rutina de “chabola quemada”, “chabola reconstruida”, que en esta ocasión ha destruido completamente “las casas” de estas personas, puesto que muy a nuestro pesar son su único espacio vital donde se producen sus relaciones personales.
Y es que desde el 2015 se han producido doce incendios de diversa consideración en este tipo de asentamientos sin consecuencias personales graves, de momento.
