La Coalición para Erradicar la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo (NGO Coalition to End Violence and Harassment in the World of Work) ha sido creada por iniciativa de varios comités en consulta con las Naciones Unidas para promover la ratificación por parte de todos los Estados miembros de dicha organización del Convenio sobre la violencia y el acoso (Convenio núm. 190), adoptado en 2019 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como para implementar la Recomendación número 206 que la acompaña.
El Convenio 190, que solo ha sido ratificado por dos Estados (Fiyi y Uruguay) y entrará en vigor el 25 de junio de 2021, se centra en la protección de las personas trabajadoras que sufren acoso o violencia que ocurre durante el trabajo, en relación con el trabajo o como consecuencia de él, y también aborda la violencia o acoso por motivos de género. El ámbito de aplicación de este instrumento internacional se extiende a las personas que trabajan en la economía informal, y al personal voluntario o en búsqueda de empleo, por ejemplo. El Convenio exige a los Estados adoptar las medidas adecuadas para prevenir situaciones de violencia y acoso y para proteger a quienes las hayan sufrido, así como para garantizar un fácil acceso a vías de recurso y reparación eficaces. Este documento se encuentra estrechamente relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible número 3 (desarrollo humano inclusivo), 5 (igualdad de género y eliminación de toda violencia contra la mujer), 8 y 9 (ambos referidos a la promoción del trabajo digno y de una economía sostenible).
La violencia y el acoso en el ámbito laboral tienen un evidente impacto negativo en el bienestar físico, mental, emocional, social y económico de las personas afectadas. En el caso de la mujer, y más concretamente la mujer migrante, el Secretario General de Naciones Unidas pidió a los Estados miembros en julio del año pasado que ratificaran este Convenio para mejorar la efectividad de la protección de las mujeres migrantes trabajadoras frente a la violencia y acoso laboral.
La situación provocada por la pandemia actual agrava la presión que sufren poblaciones en situaciones de mayor vulnerabilidad, como las mujeres, la juventud, los menores, las personas migrantes, refugiadas, discapacitadas, personas pertenecientes a minorías étnicas, personas LGTBIQ, víctimas de trata, etc. Existen muchos riesgos que amenazan la vida de las personas trabajadoras ante la falta de normas y estándares básicos, como los que sufren las mujeres en situación de violencia de género que trabajan desde su casa, el ciberacoso, o los riesgos para la salud de quienes trabajan en primera línea en la agricultura, la sanidad, o en la producción y distribución de productos alimentarios.
Las organizaciones firmantes consideramos que esta crisis presenta una oportunidad para abandonar la antigua normalidad, y transformar así el mundo laboral para la mejora de la vida de las personas trabajadoras. Los gobiernos deben dar un paso adelante para hacer frente a los retos actuales con el fin de crear espacios de trabajo seguros y libres de violencia y acoso.
Por ello, la carta, firmada por más de 550 organizaciones sociales de todo el mundo, insta a los Estados a promover un enfoque de género, inclusivo e integral para garantizar que nadie, incluyendo todo tipo de personas trabajadoras en el mundo laboral, tanto en el sector formal como en el informal de la economía, sea víctima de violencia o acoso durante el trabajo, con relación al trabajo, o como resultado del mismo. Asimismo, las normas y estándares que se adopten con motivo de la ratificación de este instrumento deben incluir la prevención, la protección, y tener en cuenta los principios de derechos humanos, inclusión, igualdad, no discriminación, y salud y seguridad laboral.
En Fundación Cepaim queremos mostrar nuestro compromiso con la erradicación de todo tipo de acoso y violencia en el ámbito del trabajo. La adhesión a esta carta se suma a nuestro protocolo interno sobre la materia que tenemos desde 2010. Por otro lado, el nuevo Plan de Igualdad y Diversidad que se prevé aprobar en breve contempla dos objetivos muy importantes para los próximos meses, como son la mejora, adaptación y actualización del protocolo existente a la realidad actual de la entidad, así como la necesidad de realizar una campaña interna de sensibilización sobre el acoso sexual en el entorno laboral.