Pasar al contenido principal

En Primera Persona | Ismail. “Tengo 19 años y salí de casa a los 16 años en busca de mi vida”

Noticia
web Ismail EnPrimeraPersona
FacebookTwitterLinkedinLinkedin
1 min de lectura Clock Icon

Ismail cruzó la frontera que une Marruecos con España siendo menor de edad. La vida hizo que formara parte de Cepaim desde 2018, hasta el mes de febrero de 2021, cuando consiguió el tan ansiado grial: un puesto de trabajo de un año; el cual le permite modificar su situación administrativa, pasando de tener un permiso de trabajo no-lucrativo a uno lucrativo. Iniciando su vida laboral y pudiéndose emancipar con unas condiciones dignas.

Su proceso migratorio fue duro y su estancia en España ha tenido más momentos difíciles de los que Ismail se esperaba. Pero con la sonrisa que lo caracteriza, recuerda todo el proceso con entereza, con mucha alegría por haber conocido a grandes personas en el camino; quedándose con lo bueno de su recorrido hacia una vida digna, encontrando en España más posibilidades de las que su país de origen le ofrecía.

Tras culminar con éxito el proceso de emancipación con un puesto de trabajo, hemos querido elegirle para visibilizar la realidad, tanto de Ismail, como de otros muchos jóvenes con una situación administrativa, en la que pesa más su condición de extranjero que de jóvenes tutelado o ex tutelado; contando con sus propias palabras, en una entrevista meses después de haber conseguido la meta por la que muchos jóvenes continúan luchando.

Los menores extranjeros no acompañados y los jóvenes inmigrantes ex tutelados, presentan grandes dificultades para la integración y se enfrentan a barreras diarias que fomentan el riesgo de exclusión, sobre todo en la etapa de la mayoría de edad. La carencia de recursos, las barreras administrativas, el racismo, entre otros muchos aspectos, se convierte en el gran hándicap a erradicar por las entidades que trabajan en pro de los derechos de ambos grupos.

Ismail, naces en una comunidad rural de la provincia de Khénifra; siendo el mayor de tres hermanos. Cuéntanos un poco ¿Cómo era tu vida en Marruecos?
Bueno más o menos bien. No es mal todo, más o menos bien.

Cuando era pequeño vivía con mi familia, mis padres y hermanos junto con nuestros abuelos, en Khénifra; es un pueblo pequeño. Nos conocemos todos los vecinos.

Iba a la escuela primaria, empecé con 7 años hasta los 11. Allí aprendí a leer y escribir. Me gustaba ir a la escuela, a los 11 abandone y quería trabajar y venir a España. Desde que salgo de la escuela quiero buscar venir a España.

No había ningún chico de mi edad que quisiera viajar a España.

Mi padre trabajaba en el campo y yo le ayudaba y además trabajaba en restaurantes de camarero.

A los 15 años me fui a trabajar a otra ciudad, a Tánger. Pensando en buscar la forma de venir a España durante un año.

¿Qué recuerdo tienes de tu infancia?
Recuerdo en cuando tenía 8 años o 9 años que me gustaba estudiar y ahora pienso en porque después ya no me gustaba y abandone el colegio. Pienso en porque abandoné si me gustaba estudiar. Pero lo recuerdo forma positiva, los recuerdos de cuando era pequeño son bonitos.
Nos cuentas, con 15 años, te trasladas a Tánger con la intención de buscar un futuro mejor en Europa.
Cuando me fui a trabajar, coincidí con un amigo de otra ciudad. Fuimos a Tánger y a otras ciudades buscando un poco donde podíamos trabajar, mientras pensábamos cómo podíamos cruzar. Desde pequeño tengo la intención de viajar a España, pero me monté en la patera con 17 años.
¿Hablaste con tu familia tu intención de viajar a España?
La intención de buscar un futuro mejor en Europa mi padre si la conocía pero mi madre no. No le había dicho nada nunca, no quería preocuparla. Cuando estuve en Tánger se lo conté y ella se enfadó un poco y me decía que no viajara, pero cuando vio que lo estaba intentando de verdad me dijo mucha suerte hijo y me deseo que me pasaran cosas buenas.

Hablaba con mis hermanos muchos días, nos llevamos poco tiempo y siempre hemos estado juntos. Somos 4, pero yo soy el único que ha viajado.

Llegas a Algeciras en un segundo intento, ¿Qué pasó en la vez anterior?
Intenté venir a España muchas veces. Una vez intente venir desde Tetuán en un camión. Pero cuando estaba escondido me vió la policía y me bajé.

Cada vez lo intentaba de una forma diferente. Intentaba cruzar también en un camión a Ceuta. Y si no podía viajar me quedaba con amigos en su casa y trabajaba en la ciudad para volver a intentarlo más veces.

Al final vine en patera.

En los camiones no hacía falta pagar porque te subes escondido y nadie sabe que estás ahí. El conductor no sabe nada, sino no te deja subirte. Pero en la patera sí, tienes que pagar al patrón de la embarcación. Tuve que pagar dos mil euros. Mi padre me ayudó a pagarlo y lo pagamos también con el dinero que conseguía trabajando.

Cuando llegué a la Línea, ya estaba en España y fuimos con los chicos que venían conmigo corriendo hacia la montaña. Estuvimos juntos en todo momento; estos chicos ya los conocía de antes, eran de un pueblo cerca del mío.

Encontramos una carretera en la montaña y seguimos andando y encontramos un parque. Nos quedamos allí un poco y vino una señora en un coche. Nos decía que nos llevaba a la comisaría pero no entendíamos muy bien lo que decía, hablaba en español y en nuestro grupo no sabíamos ninguno nada de español.

Primero se lleva a 6 amigos y me quedo yo con otros 5 chicos. Éramos 12 en total y pasado un rato vino más gente española y nos ayudaron un poco preguntando cómo estábamos y si necesitábamos ayuda, pero no entendíamos mucho. Yo hablaba solo árabe y Bereber. No entendía nada de nada de español los primeros días.

La mujer que había venido antes, vuelve y también viene una furgoneta de Guardia Civil y nos ven. Paran y nos dicen que tenemos que montarnos. Nos llevan a un garaje de la marina y estamos 24 horas allí.

Nadie nos explica que está pasando y estamos allí todos juntos. Sentíamos que no sabíamos nada, no sabíamos si íbamos a estar allí mucho tiempo o poco.

Vino un hombre que hablaba muy poquito de árabe y nos preguntaba un poco por nosotros, cuántos años tienes, nombre, de dónde vienes.

Después de un día allí, viene un autobús de la policía y nos lleva a un sitio. Era como un centro, pero no era un centro. Es un sitio donde te explican un poco de español y luego te mandan a un centro.

Éramos más de 20 personas allí, no querían que estuviéramos juntas y nos decían que teníamos que estar en las habitaciones solos. Pero no sabíamos que pasaba y queríamos estar juntos.

Me quedo dos días o tres, hasta que vino la familia de uno de los chicos que estaba allí conmigo y nos llevó a Gerona. Nos quedamos con unos amigos y con una mujer de mi pueblo que conocía me deja estar en su casa hasta que me lleva a la policía y me mandan a un centro.

Me lleva ella a la policía, y la policía me lleva a Lérida a un centro de menores. En el centro la vida no es buena, no me gusta y me voy de allí. Los educadores eran buenos pero hay muchos chicos, los chicos no están bien allí, hay muchos problemas. Era un centro muy grande, había 70 chicos. Sentí que había mal ambiente entre los chicos y con otro chico pensamos en viajar a Zaragoza.

Nos escapamos del centro de Lérida durante una excursión y llegamos a Zaragoza en la estación y pasamos la noche por la calle. No nos paró la policía y fuimos la comisaria de Hernán Cortés y nos ofrecieron comida y agua. Nos hicieron las fotos y las huellas y me llevaron a un centro, me quedo 3 días y después me derivan a un piso de Cepaim.

Para las personas que no sepan del tema ¿Qué diferencia hay en un centro de menores y un piso de emancipación?
En un centro de menores no te dejan hacer las cosas solo. Te observan en todo, siempre está un educador contigo; en el piso eres mayor y tienes que hacer las cosas solo. Tienes ayuda pero no es lo mismo. En el piso he aprendido a cocinar, a comprar la comida para cocinar todos los días. Estamos un grupo de chicos, nos llevamos bien. No hay un chico jefe, cada uno somos iguales.

Empezamos a aprender a vivir solos. Desde que vine, he aprendido muchas cosas. Al principio aprender español es lo más importante para poder hacer cursos. Si no sabes español no puedes hacer nada.

Me he formado poco a poco en diferentes cosas porque no tenía claro que quería hacer. Mi objetivo era encontrar un trabajo.

Hace dos meses que encontré trabajo y he salido del piso de Cepaim.

Ismail, este 2021, en una situación insólita de pandemia mundial, has conseguido trabajo, ¿Cómo te sientes?
Este año ha sido difícil para todo el mundo, no sabíamos que iba a pasar pero he encontrado trabajo.

Gracias al contacto con unos amigos, nos ofrecieron trabajar y pensé que era una oportunidad muy buena. Un amigo mío me dice que conoce a un hombre de marruecos que puede darnos trabajo y hable con las educadoras. Este hombre es bereber y nosotros también, tenemos confianza con la gente de nuestro país y el confía en nosotros como buenos trabajadores.

Hemos hablado con él por teléfono y nos cuenta todo del trabajo y hablan las educadoras también. Y al final voy a trabajar, llevo 3 meses trabajando y estoy muy contento.

¿Has encontrado problemas durante tu proyecto migratorio? ¿En tu proyecto de mejora de vida?
Ha habido problemas, pero ahora que estoy bien, trabajando, solo recuerdo lo bueno. Mis papeles  tardaron mucho en llegar y pienso en el tiempo que estaba esperando era muy largo y solo pensaba en los papeles. He tenido la suerte de conocer a gente buena que me ha ayudado y me ha apoyado  en mis decisiones, haciéndome el camino más bueno.
Si tienes que dar un consejo a chicos que emprendan este viaje. Que estén en una situación similar, o estén iniciando su camino, ¿qué les dirías?
Suerte. Es un camino difícil y no sabes lo que te va a pasar, si te va a ir bien o mal y solo le diría suerte.
¿Lo volverías a hacer?
 Ha habido momentos muy difíciles que no me gustaría volver a vivir o recordar. No volvería a cruzar para venir a España.

Si hubiera sabido lo que iba a pasarme en la patera no vengo. Pero una vez en España, si eres fuerte puedes conseguir y luchar por tener un trabajo.

Recuerdo la sensación de estar en la patera en medio del mar, con la incertidumbre y de miedo de pensar que no vas a llegar a tierra y vas a quedarte en el mar. Eso es lo peor de todo.

En los momentos difíciles, que cosas han sido las que te han ayudado a seguir adelante.
Pensar en mi madre, en mi familia. Rezando que vaya todo bien.
Y si miras para atrás con que te quedas, sentimientos que pondrías.
…(Se queda callado)
El equipo Cepaim te vemos un chico valiente, con energía, alegría, fe, confianza en ti y en los demás, siempre amable y sonriente. ¿Tú te identificas con esto?
Sí, creo que soy un chico que está contento y busca ser feliz.
¿Y ahora? ¿Qué proyecto tienes?
Ahora me gustaría poder ver a mi familia.

Ahora estoy trabajando y puedo pensar que he conseguido objetivos pero realmente todavía queda. Hace falta estar un tiempo trabajando para tener estabilidad y cuando este bien quiero ir a visitar a mi familia. Llevo 3 años sin verlos.

Todavía no estoy asentado ni en el sitio definitivo donde quiero hacer mi vida.

Tengo 19 años y salí de casa a los 16 años en busca de mi vida, hablo con ellos cada día y me dan mucho apoyo. Pronto podemos estar juntos.

Por último, ¿Cómo ha sido tu estancia en Cepaim?
He conseguido la tramitación de la documentación, formación y finalmente un trabajo.

De mi estancia en Cepaim me llevo un buen recuerdo, ha sido un apoyo cada día, cuando he estado bien y cuando he estado mal.

De Zaragoza me llevo un grupo de amigos bueno. Me siento contento haber vivido aquí. Ahora estoy en Gerona pero también volveré cuando pueda a Zaragoza.

Cepaim es tu casa Ismail. Te deseamos la mayor de las suertes en tu futuro y nos quedamos con tu sonrisa
Imagen
Ismail EnPrimeraPersona