Un año más, despedimos el curso educativo llenos de buenas vibraciones desde Cepaim Lorca y el programa CaixaProinfancia, impulsado por Fundación “la Caixa”. Poco a poco, la normalidad ha ido tomando fuerza en nuestros coles hasta alcanzar la realidad de nuestras antiguas tardes.
El reciente y largo aislamiento, así como la omnipresencia tecnológica, se ha dejado notar en áreas educativas esenciales, como son la comprensión lectora y la expresión oral y escrita. Principalmente entre aquellos menores que no cuentan en casa con el castellano como lengua materna, y entre quienes no disponen de los dispositivos tecnológicos apropiados, como un ordenador o una tablet.Por este motivo, los técnicos del programa hemos orientado gran parte de nuestro esfuerzo a practicar nuestra lengua, base de la realidad social y vehículo del aprendizaje de todas las materias escolares; así como el uso de tablets y portátiles del programa; y, muy especialmente, actividades de recreo y socialización en los ratos de ocio y el tiempo libre.
En este sentido, se han escrito cuentos entre los más mayores a través de técnicas literarias, para entrenar el pensamiento escrito. Pero, sobre todo, se ha leído mucho. Libros adaptados, como Las aventuras de Sherlock Holmes, La vuelta al mundo en 80 días o La isla del Tesoro, han reactivado la imaginación y las ganas de aventura durante el curso.
El tiempo libre ha sido también muy productivo estos meses a través de manualidades, juegos y cine, como en Halloween, con la creación de terroríficas y divertidas caretas. Pero lo más interesante han sido las actividades compartidas con otras organizaciones y todas aquellas desarrolladas fuera de los centros.
De cara al 20 de noviembre, se trabajó con los más pequeños en base a los Derechos de la Infancia por medio del dibujo, colaborando en red con Cruz Roja y Cáritas. En consonancia entre las tres entidades se creó un mural en el que colgar peticiones que los menores enviaban a los adultos. Pequeñas sugerencias en relación al medio ambiente, la convivencia social y la familia conmovieron a muchas y a muchos.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre) se pudieron trabajar pensamientos y opiniones a través de la reflexión y el diálogo entre niños y niñas y educadores y educadoras. Las conclusiones se difundieron mediante un video elaborado por el equipo técnico de ocio del programa. La canción “Que no, que no” de Rozalén ayudó a resumir la línea trazada, además de servir de fondo musical al video.
Durante el segundo trimestre se aprovecharon las inclemencias climáticas para trabajar manualidades dentro del aula, ver cine y contar cuentos. Como los que contaron los y las menores en una salida a las bibliotecas públicas que tuvo lugar los días 24 y 28 de febrero. En principio solo era una visita para conocer instalaciones y horarios, solicitar carnets y echar un vistazo. Pero nos animamos unos a otros y acabamos convirtiendo la Biblioteca Infantil de la ciudad en un escenario.
Por el día internacional del libro, 23 de abril, en consonancia con los proyectos Periferia-S y Desactivando el racismo y la xenofobia se preparó la actividad Cuentos del Mundo. Frente a un público amplio y diverso se leyeron cuentos de muchas partes del globo: Camerún, India, Uruguay, España, Marruecos, Tíbet… Fue una jornada llena de espacios dedicados a la literatura: teatro, Khamisibai e incluso una exposición de cómics.
Con Periferia-S se visitó la Fundación Poncemar, ya en el tercer trimestre, donde pudimos volver a sentir la necesidad de colaboraciones entre la infancia y la tercera edad. Las profesionales de esta fundación prepararon actividades estupendas que originaron una tarde preciosa, en la que todo el mundo acabó con una sonrisa dibujada en la cara.
En este tramo final del curso, también tuvimos la oportunidad de visitar una exposición de ilustración infantil en el Huerto Ruano. Así como la gran fortuna de asistir, hasta en tres ocasiones, al Teatro Guerra, para disfrutar de maravillosas representaciones que llenaron de magia los corazones de los y las menores. Algo que agradecemos al Ayuntamiento de la ciudad y al personal responsable de nuestro bonito y estimado teatro.
Destacables son también las experiencias resultantes de actividades ya asentadas en nuestro dispositivo educativo. Juegos como el mate, el twister, el pueblo duerme, el tres en raya, el ahorcado, el uno… siguen cultivando y reforzando las relaciones entre las niñas y niños tarde a tarde.
Tras meses de trabajo, menores, familias y educadores nos despedimos con una fiesta final de curso. Pequeñas meriendas que lograron recordar a aquellas celebraciones tan bonitas y concurridas antes del cambio, compartimos pasteles, dulces, sándwiches, bizcochos…, se desarrolló alaire libre una yincana de juegos deportivos y el trimestre pudo cerrarse con mucho cariño y algún que otro globo de agua.
Por último, cabe señalar la que será la última experiencia del curso. Las tres primeras semanas de julio Fundación Cepaim llevará a cabo, en los centros José Robles, San José y Juan González, su escuela de verano. Setenta menores disfrutarán de esta aventura veraniega, tematizada en torno a los juegos tradicionales. Muchas actividades, manualidades, juegos y excursiones nos esperan este verano, además de volver a disfrutar de las piscinas municipales una vez por semana.
Fundación Cepaim sigue apostando por resistir a la adversidad, defendiendo esos pequeños espacios que nos unen y que reflejan nuestra versión más humana: los momentos de convivencia.
Si quieres conocer más el Programa CaixaProinfancia: https://fundacionlacaixa.org/es/caixaproinfancia-la-caixa-contra-pobreza-infantil