
Del 15 al 21 de febrero, como cada año, se ha celebrado en Olot (Girona) el carnaval de La Garrotxa. Estos días festivos, esperados por mucha gente, días de alegría y de romper con lo establecido para poder transformarnos en quien más nos apeteciera, se han visto afectados por la emergencia sanitaria de la Covid-19.
Al tener que evitarse las grandes ruas y actividades multitudinarias, la Comisión de Fiestas del barrio de Sant Miquel, donde se ubica el centro de Cepaim en Olot, ha sabido adaptarse a los tiempos que corren y ha organizado un “concurso de escaparates” donde comerciantes, entidades y vecindario han sido invitados a decorar sus espacios con motivos carnavalescos, emulando las típicas carrozas, y así dotar de vida y colorido a las calles, balcones y tiendas de la comunidad durante unos días.

Como entidad presente en el territorio, el centro de Cepaim en Olot ha participado en esta iniciativa con el objetivo de hacer más visible el trabajo de la Fundación.
Contando con la participación de personas participantes en los proyectos de la entidad y el equipo técnico se ha decorado la fachada de la entidad con el motivo de un árbol que florece entre un muro roto, árbol que en cada una de sus hojas llevaba un mensaje de esperanza y alegría escrito por familias y personas participantes.

En la iniciativa de barrio han participado en total una decena de establecimientos de Sant Miquel. Aunque la Comisión de Fiestas esperaba mayor implicación, reconocen que últimamente cuesta levantar el ánimo de las personas y conseguir que la gente participe en actividades similares.
Por parte de Cepaim nos llevamos la alegría de compartir espacios de distensión entre profesionales y personas beneficiarias y tejer vínculos de colaboración y visibilidad en el barrio, poniendo nuestro pequeño granito de arena en esta iniciativa.

