El 3 de octubre, a las 12:00, frente al consultorio de tu municipio
#YoParoPorMiPueblo #SanidadRuralDigna
SOMOS COLECTIVOS SOCIALES Y PLATAFORMAS QUE TRABAJAMOS A FAVOR DE LA TRANSFORMACIÓN social en diferentes pueblos, comarcas y provincias, que formamos parte de plataformas y organizaciones de la España Vaciada.
Lanzamos a la opinión pública una reflexión sobre la necesidad de un cambio de modelo en la Sanidad pública, que viene exigido por el deber de garantizar el acceso al derecho básico a la salud en iguales condiciones a las personas que vivimos en los territorios de la España Vaciada.
La realidad de la pandemia ha evidenciado las carencias y limitaciones del sistema sanitario, agudizadas aún más en el Mundo Rural por la escasez de profesionales y la falta de planificación, donde no se ha restablecido aún el servicio de atención primaria en los pueblos y corre el riesgo de un progresivo desmantelamiento.
Proponemos, frente a un modelo asistencial, un modelo sociosanitario que integre en la planificación de los programas de salud pública a los profesionales sanitarios junto a los profesionales de los servicios sociales, a las entidades locales, a la población y las estructuras sociocomunitarias existentes en cada territorio. Esta alternativa que planteamos nos parece realista y viable, asentada en la experiencia de vivir en los pueblos, de conocer el territorio y de trabajar en la vertebración de espacios e iniciativas comunitarias.
Queremos que esta propuesta forme parte de un proceso abierto y horizontal, al que se puedan ir sumando adhesiones de otros muchos colectivos y organizaciones en otros territorios. Pretendemos que sea un documento en construcción; que, aunque contiene las líneas esenciales de la alternativa que defendemos para la sanidad pública en el Mundo Rural, se vaya enriqueciendo con aportaciones y matices de los diferentes grupos.
Queremos hacer llegar nuestra reflexión y propuestas a los órganos de decisión de las Consejerías de Sanidad de los Gobiernos Autonómicos y Ministro de Sanidad, a los que proponemos entablar un diálogo y abrir un proceso de negociación con la España Vaciada, conjuntamente con las plataformas en defensa de la Sanidad Pública y el movimiento vecinal.
Finalmente pretendemos que personas y colectivos diversos de nuestros pueblos se vayan uniendo de manera activa a estos planteamientos para que la comunidad rural sea la protagonista.
Garantizar el derecho universal a la salud pública en los territorios rurales
Partimos de un principio básico: estamos hablando de derechos fundamentales de la ciudadanía y que la propia ciudadanía puede y debe proteger y exigir.
Entendemos que los servicios públicos son los medios que las instituciones y poderes públicos ponen en marcha para la satisfacción de esos derechos que corresponden a todas las personas.
Por eso es muy importante dejar claro que exigimos derechos y servicios públicos, y que quienes los exigen somos los ciudadanos y ciudadanas.
De esta manera, los servicios públicos, puesto que han de satisfacer derechos de las personas, no se pueden prestar de manera arbitraria: no son las instituciones las que escogen qué derechos administrar. En el caso de los servicios sanitarios, entendemos que han ser los necesarios para satisfacer el derecho universal a la salud y a la sanidad pública. Lo cual está garantizado tanto por nuestra Constitución, en su artículo 43, como por nuestra Ley General de Sanidad, que reconoce el derecho a una sanidad pública digna y de calidad, sin discriminación del lugar donde se viva o de cualquier otro de-terminante.
«Ser menos no resta derechos» era el lema que resumía el sentir de la Revuelta de la España Vaciada. En efecto, quienes vivimos en los territorios rurales de la España vaciada arrastramos una sensación de marginación y a menudo percibimos que «ser menos sí nos resta derechos».
Reivindicaciones en defensa de la Sanidad pública de calidad en el Mundo Rural
Reivindicamos el acceso a una Sanidad pública de calidad como un derecho y no como una gracia que se nos pueda conceder. Los poderes públicos deben garantizar la atención y el acceso a la Sanidad pública a todas las personas que habitan en los territorios rurales, independientemente del lugar en el que se viva.
Abogamos por un nuevo modelo sociosanitario que integre en la planificación de la atención primaria en el Mundo Rural a los profesionales sanitarios, a los profesionales de los servicios sociales y a las entidades y asociaciones que prestan servicios sociosanitarios en la zona, especialmente en la atención a las personas mayores, y, por supuesto, a los/as ciudadanos/as.
Exigimos que se mantengan abiertos y activos los consultorios locales. Todos los pueblos por derecho y justicia deben contar con la asistencia de los equipos de Atención Primaria; se debe asegurar la presencia del médico o médica y enfermero/a en todos los pueblos al menos un día a la semana, tengan los habitantes que tengan, sin estar condicionada a la cita previa. Deben ser los y las profesionales quienes se acerquen a donde está la gente y no a la inversa.
Rechazamos el modo de funcionamiento a base de citas previas para el Mundo Rural, que consideramos un paso adelante en el proceso de desmantelamiento de los servicios sanitarios en zonas de poca población. En ningún caso aceptamos la deshumanización de concertar las citas a través de una máquina, especialmente en zonas rurales donde la mayoría de la población son personas mayores.
Proponemos un programa básico de salud pública en las zonas rurales funda-mentado en la prevención. Entendemos que la atención sanitaria no debe limitarse a la asistencia a los pacientes con alguna enfermedad, patología o dolencia, sino que debe tender más a la prevención, educación y promoción de la salud, lo cual implica realizar tareas de atención grupal o colectiva con la población. Además, es importante el seguimiento de enfermos crónicos, así como las visitas domiciliarias a personas inmovilizadas o con dificultad de desplazamiento, tareas que requieren igualmente la presencia del personal sanitario en el pueblo.
Consideramos que la plantilla de médicos/-as y enfermeros/-as del Centro de Salud comarcal debe ser la necesaria para atender a una población dispersa en numerosas localidades en un territorio amplio, formada predominantemente por personas mayores; debe contar con personal para cubrir las guardias, asegurar las sustituciones por vacaciones o bajas y atender los picos de población que experimentan mu-chas zonas rurales en determinadas épocas del año. En ningún caso debe aplicarse el criterio numérico (cupos de cartillas asignados a cada profesional) o de rentabilidad para justificar el recorte de profesionales.
Proponemos crear la figura del sanitario rural, de modo que esta sea una opción elegida libremente por personas motivadas por desarrollar su trabajo profesional en ese contexto, y contar para ello con una especialización en la formación. Además, consideramos que es necesaria una dignificación de la figura del médico/-a y enfermero/-a rural, con incentivos y condiciones que la hagan más atractiva.
Además, exigimos el cumplimiento de la Ley General de Sanidad dotando a to-das las áreas de salud de un equipo multidisciplinar en el que las personas licencia-das en medicina no sean el centro de la atención primaria, sino solo una parte muy im-portante. Requerimos también en las zonas básicas de salud personal de Fisioterapia, Psicología, Trabajo social, Pediatría, Geriatría, Enfermería especializada en cuidados geriátricos, Psiquiatría, etc., tan necesario como los profesionales de la Medicina, con la jornada de atención semanal necesaria en función de las necesidades.
Exigimos que se constituyan de nuevo y se convoquen con regularidad los Consejos de Salud comarcales, que han caído en la inactividad más absoluta. Los Consejos de Salud deben ser el espacio de participación municipal y social para el diagnóstico de la salud en la zona, en base al cual realizar la planificación, el seguimiento y la evaluación de la intervención sanitaria.
Reivindicamos una cobertura informática adecuada en las zonas rurales y la mejora de los equipos en los Centros de Salud y consultorios locales, que aseguren un mejor servicio en aspectos como las urgencias, el seguimiento de los pacientes con enfermedades crónicas, el apoyo telemático de especialistas, etc.
«No queremos concesiones. Exigimos justicia»