Hoy día 5 de Mayo de 2014, la Fundación Cepaim, cumple años, nada más y nada menos que sus primeros veinte años de vida. Desde aquel 5 de mayo de 1994, en que un grupo de personas soñaron que era necesario y posible el constituir en España un consorcio de entidades para la acción integral con migrantes, en un intento de aglutinar y de coordinar a entidades del tercer sector de acción social con la Administración más cercana a los ciudadanos y ciudadanas, la Administración local, en un primer intento de trabajar en red, en alianza a nivel local, a la vez que nos dotábamos de un espacio de reflexión y análisis a nivel global.
Hoy 5 de Mayo de 2014, Cepaim es una organización consolidada e implantada a nivel estatal e internacional, gracias a la profesionalidad e implicación de las cientos de personas que lo integran y lo han hecho posible.
Cepaim ha sido y es una iniciativa que pretende acercar, aproximar, divulgar, poner en relación a personas, entidades, culturas, ideas, iniciativas, experiencias innovadoras, nuevas estrategias de intervención, nuestro capital, conocimiento, nuestros recursos, relacionados con el gran reto del siglo XXI, la adecuada gestión de la diversidad cultural presente en nuestros barrios, en nuestros centros educativos y en nuestras empresas, favoreciendo así la integración, la convivencia y la cohesión social.
Y aunque nuestro compromiso en sus orígenes estuvo vinculado con los procesos de acogida de las personas inmigrantes, hoy, en 2014, la centralidad de nuestra tarea se vincula con la construcción de la convivencia, la gestión de la diversidad, la participación, la sensibilización y la cohesión social, trabajando por hacer posible un nuevo modelo de desarrollo territorial, basado en la centralidad de las personas, en el territorio, en la acción social y la economía social como motores del cambio. En definitiva conseguir la inclusión y la cohesión social, potenciando la participación, la responsabilidad social y la gestión de la diversidad cultural, tanto en la esfera personal, como en la profesional, empresarial e institucional. Se trata de poder construir juntos, siempre juntos, desde el valor de las diferencias, un mundo mejor.
La Fundación Cepaim es una de esas organizaciones sociales que no deja indiferente a quien se acerca a ella, te encuentras con gente que cree en lo que hace y siente lo que dice. Cepaim sitúa en el centro de todas sus acciones a las personas más vulnerables de nuestra sociedad y entre ellas a las personas inmigrantes que han protagonizado un viaje de desarraigo, de sueños truncados, de anhelos y esperanzas. Un viaje que ayer fue de “los otros” y hoy, vuelve a ser de los “nuestros”, porque tú ¿vienes o vas?. En cualquier caso, en el camino, dejas escrita tu historia.
Y es que en Cepaim hemos aprendido que los verdaderos cambios profundos son protagonizados por personas pequeñas, en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas. Y que las personas más vulnerables de nuestra sociedad se pueden convertir, no en el “problema”, sino en la clave de la regeneración social, política, ética, y también económica, que la sociedad está reclamando a día de hoy.
Hoy, la Fundación Cepaim sitúa su mirada y sus intervenciones en los territorios, como espacio local en el que todos los ciudadanos y ciudadanas construimos nuestra identidad y nuestro sentido de pertenencia. En donde nos enfrentamos, nos toleramos, coexistimos o construimos la verdadera convivencia intercultural por la que Cepaim lucha y trabaja en los barrios de nuestras ciudades, en acciones de acogida humanitaria, de vivienda, impulsando la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, atendiendo a las víctimas de discriminación, gestionando la diversidad en las empresas, en las escuelas y en los barrios, apostando por la convivencia entre los diferentes, frente a la hostilidad, el racismo y la xenofobia; Trabajando con las familias y los menores en situación de exclusión social, impulsando la cultura emprendedora, la formación y el empleo, apostando por el desarrollo rural y el codesarrollo con los países de origen de las personas inmigrantes.
Porque a la gente de Cepaim nos gusta platicar con los ojos de la gente, más que hablar con las piedras organizadas.